¿Qué es el arte?

 

por Mariana Chávez


El presente trabajo busca delimitar el concepto arte atravesado por el dolor desde una postura

filosófica. ¿Qué es el arte? ¿A qué se deberá que las obras a veces salen bien y a veces sale

mal? ¿Quién es el autor de la obra, el que tiene la idea o quién la realiza? La postura es que

el arte no es una pulsión humana, es el arte un sistema de signos que crea mundos.

Partimos desde la idea de mundo de Heidegger, ¿Qué es el mundo para nosotros?

¿Qué es el mundo para cada individuo? El mundo como aquello que preexiste al ser, de lo

que somos inseparables, esto va a determinar nuestra existencia, no sin antes pensar en el

tiempo como algo que integra al mundo, donde se producen acontecimientos para

comprender el ser, si fusionamos ambos conceptos de la existencia, tendremos otra

interrogante ¿Qué es el arte y de dónde nace el arte? Si retomamos los conceptos de tiempo

y mundo pensemos en un tercer elemento que completa la existencia y esa es la producción

del arte, no solo vista desde el artista, sino también desde quién observa el arte.


El arte es en sí mismo, planteado desde Heidegger una cosa, si lo pensamos desde al

arte plástico y visual, sin embargo la idea cambia desde la perspectiva del arte escénico,

donde por ahora hablaremos de la dramaturgia, espacio del arte entre lo vivo y la cosa (objeto

libro). Pensemos en el arte no como una pulsión del ser, sino como un elemento estructural

de su naturaleza.


Esta reflexión nace de la necesidad de comprender y auto comprender la existencia

humana y con base en el concepto del arte encontraremos la raíz y desarrollo del arte en la

práctica del ser para autoreflexionar. Para hablar de arte necesariamente tendremos que

definir conceptos como estética, belleza, cosa/objeto, ética, mundo.


La belleza definida desde Kant como aquello que place universalmente sin conocer

el concepto ni el objeto, ni siquiera su fin. Se les puede dar la cualidad de bello lo mismo a

la naturaleza como el paisaje, como a una pintura, sin saber el concepto que llevó a construir

esa pintura. Aquí veremos un primer problema para Kant, pues mientras el concepto belleza


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aplica para una forma natural, y otra para un objeto innerente a la construcción de la misma

por un concepto, el hecho de que tenga un fin nos lleva a pensar en jerarquías dentro de la

belleza. A esto le llama Kant “adherente”.


Otro problema que habremos de resolver es el abismo del mundo de los sentidos y el

pensamiento, para ello Schiller plantea un estado intermendio entre los sentidos y el

pensamiento, donde le agrega la razón “En el estado estético, el hombre es libre, totalmente

libre, ya que no se haya determinado ni material ni intelectualmente.”


Pero no es que los sentidos estéticos tienen origen en la naturaleza humana, pues esos

sentidos también son fruto del proceso en la práctica social. Y debemos considerar a la

sociedad como productora de sentidos estéticos, entonces ¿qué pasa con una sociedad

violenta o en guerra? Iniciando de esta premisa hablaré del concepto dolor , cuando se piensa

en el dolor, se piensa desde la perspectiva de lo físico y biológico, sin embargo habremos de

responderla desde lo filosófico y cultural. Partimos de que históricamente el dolor es

conocido y se reacciona desde lo cultural, en la prehistoria, quizá como ahora, no se entendió

bien el concepto, el dolor desde diversas perspectivas bio-psicológicas, el tratamiento

multidisciplinario, las teorías sobre neuromodulación, el aspecto paliativo, la metodología de

análisis de la conducta cuando existe el dolor y las estrategias psicológicas.


Definir desde una perspectiva filosófica del dolor tendremos que ahondar sobre la

existencia humana y su valor, el valor del ser, como lo plantea Sócrates a la mitad de la vida

el ser se cuestiona su valor ¿para qué estamos aquí? La libertad y el hacer como parte del

valor y actividad, para responder al bien y la plenitud, por ello el ser socrático habla de

mantener, ver, hablar de ello y no olvidar cada instante de la vida humana; lo oportuno y lo

inoportuno.

“Hay, para expresarlo en su debida hipérbole, un excesivo problema de todos los

instantes: un absoluto enfrentarse a lo absoluto, siempre, sobre todo, en primera

persona, o sea, sin poder plenamente hacerse acompañar por otros en el ascenso y el

descenso existenciales hacia el bien y lo divino. La tarea, como la de Sísifo, se

reproduce en el momento mismo en que se cree haberla resuelto; y, desde luego, a

Sísifo no le llevan su piedra las manos amigas, ni caen al pie de la montaña con él,

afortunadamente, otros.” (García-Baró:2006)


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La filosofía es la ideología de la libertad, por ello la razón teorica esta definida por la

razón práctica, sin embargo la práctica nos lleva a las experiencias que son una certeza

racional. Hay posiciones morales como certezas, primacia de la razón práctica a la razón

teórica, mundo de las necesidades como lo plantea Kant, y retoma Karl Popper desde la

historia de la humanidad, él le llama “El falsacionismo”.


“El racionalismo crítico es la base principal de la filosofía de Karl Popper, consiste

en hacer una crítica a las teorías establecidas por la ciencia y se opone expresamente

al positivismo lógico. Igualmente muestra la oposición de Popper al empirismo

basado en el de la naturaleza y la experiencia de los sentidos. También la formación

del conocimiento pasa a ser parte fundamental como un proceso evolutivo que parte

de problemas y tiene intentos de solución y exclusión de intentos fallidos.” (Jimenez)


El mundo posible es el nuestro, ¿cómo vivir o buscar ese mundo posible?, un mundo

donde se excluye la realidad de la otredad, en la teoría nunca se encuentra la verdad, sino en

la práctica, por ello debemos hablar del concepto de eternidad del futuro absoluto, donde

cada persona busca un juicio, que nace de la religión, de modo que la “eternidad” es lo que

siempre está llegando, pues necesitamos dejar de pensar en la existencia propia y la eternidad.


Para hablar del dolor tendremos que hablar de filosofía política, lo político entendido

desde su origen griego “polis” que quiere decir ciudad, lo que hacen las comunidades. Dicho

esto existe junto con la humanidad el fenómeno del cementerio de todo futuro, la catástrofe,

pues históricamente todo un orden de humanidad es condenado a muerte sin capacidad de

rendirse o redimirse ante ello, aunque se convierta en colaboracionista, hay personas que

están solo destinadas a la muerte, y eso a veces la historia no lo ve, esas personas son

convertidas en bichos como lo dice Kafka, cualquier negro está destinado al trabajo, cualquier

mujer está destinada a ser tratada como objeto, al feminicidio, dichas personas se enfrentan

a un dolor innerente, lo mismo que algunas personas pueden a través de esto estructurar en

signos el dolor.


La fenomenología del dolor abarca el factor cultural, y con ello elementos políticos y

religiosos, pues hay un acontecimiento de la muerte social, no se puede poner en la balanza


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más sufrimiento o menos sufrimiento que los otros, ese es el concepto desgracia, es un

problema teológico contemporáneo. El orden, la belleza, la nada, la pérdida y la muerte le

pertenecen al dolor.


Sin embargo hay una “esperanza absoluta” como García-Baró define a este concepto

que atraviesa al dolor, es una puerta a la utopía y la visión hermosa del mundo, y pone de

ejemplo a la literatura como ancla, en ese sentido yo pondría al arte en general como seres

en oposición, el arte nacerá entonces de este dolor, como un bicho (kafkiano) a la imposición

del orden natural, eso que no se puede interpretar. Pues para ver la belleza hay que ver el mal

el toda su crudeza, la desgracia, la esperiencia del dolor, lo podrido, la muerte, es en cierta

medida una situación de terrible falsa inocencia.


Después de ese dolor, la belleza nos consuela, nos refuerza, nos hace artistas, renuciar

a ese orden natural, porque el arte nunca nace o puede empezar alegremente. De ahí que el

arte en términos de eternidad trasciende al artista y nunca al revés, pues el arte será una forma

de resistencia. De manera que si pensamos que la persona-artista está permeada por la

sociedad, el orden natural y la política entonces se encontrará en constante cambio, esos

cambios relacionados lo podrido y crudeza del ser en un ámbito social, a veces no necesitará

de la “esperanza absoluta” porque de alguna manera tendrá esperanza, momentanea, efímera

y si en ese omento quiere producir arte no lo logrará, aun siendo el mismo artista.


Pensaremos entonces en el arte no utilitario, porque no responde a cambiar el orden

natural, ni puede, pero si podremos hablar de resiliencia, esta capacidad de superar esos

dolores provenidos de la muerte social, de la política como movimiento humano de las

comunidades, de ese ciclo de sísifo humano, donde nada se escapa, el arte que nace del artista

hace que no solo el artista sea resiliente sino aquel que lo observa más allá de un espactador,

sino desde su cualidad de dolor.


Por ello los artistas tienen su visión de mundo, son aquellos que no están dentro de la

normativa, Camus al respecto habla de la capacidad del artista a la muerte, pues el arte

trasciende y a veces se olvida del artista creador, pero el artista escénico que vive de manera


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efímera y muere con cada cierre de telón tiene esa resiliensia de la que me refiero en torno a

crear a partir del dolor.


Es así como el arte además funciona como una práctica transformadora, no solo de

las personas, sino también de las comunidades, para ello debe ser un ejercicio consciente y

deliberado en la construcción de mundos, nuevas realidades, futuros posibles; futuribles. En

este sentido hablamos del arte que nace del individuo pero que en la práctica se valida en la

comunidad, en la polis, pues el reconocimiento propicia el crecimiento, pero también

trasciende a la persona y atraviesa el dolor que le precede dando como resultado un nuevo

mundo creado.


En este sentido el teatro comunitario lo explica así, muy parecido a lo que plantea

Levinas con el concepto de responsibidad, al cuidar del otro me cuido a mi mismo:

“El teatro comunitario es un concepto, una concepción, una manera de asumir la

realización del teatro, pero sobre todo es una intención de devolver al teatro su sentido

original: ponerlo en función de la vida de la comunidad donde se realiza, pero a través

del reflejo de su existencia, influir en el mejoramiento de la misma. Una de sus

principales características es que en él se dan todas las formas de teatro. [...] Como

todas las manifestaciones artísticas tienen un lenguaje propio de lo simbólico y de la

sensibilidad, que en este caso pasa por la palabra y el gesto, por el escenario y la

escena, por el lenguaje corporal del actor.” (Pérez: 2016)


El teatro comunitario no se concibe sin la necesidad del otro, la capacidad de otredad, y esa

necesidad se caracteriza por la distancia que de alguna manera es positiva, la persona goza

de esa necesidad “El gozo es el primer momento que rompe su soledad y le relaciona con lo

otro, con el mundo. Sale de la insomnia de la noche con una explosión de luz al encontrarse

con el mundo. A este instante en el que el sujeto se descubre como separado Lévinas le

llama hipóstasis.” ( Ordieres: 2015) Es el momento que Pérez con el teatro comunitario y en

general el arte comunitario desoculta al ser en el aquí, se reconoce como sujeto, como objeto

pero tambiñen como signo en el tiempo, le pertenece al pensamiento y se reconoce a través

de “el otro”, la hipóstasis la capacidad de alteridad, y cuando hay dolor en común se puede

crear arte.


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El arte implica un desocultamiento que es lo contrario al discurso pues el discurso es

un a postura ideológica, esa postura está encapsulada en un tiempo determinado, carece de

eternidad, de alguna manera muere, pero si hay desocultamiento que nace de signos y crea

mundo ese arte trasciende. Es así como Sartre plantea que a toda obra de atre subyase un

deseo de justicia, y cuando me refiero a justicia es la capacidad de resiliensia a la muerte

social.


Referencias

Camus A. (2013) El mito de Sísifo. Editorial Alianza, México.

García-Baró M. (2006) Del dolor, la verdad y el bien. Ediciones Sigueme, España.

Heidegger M. (2006) Arte y poesía. Fondo de cultura económica. México

Ibarra E. (2006) Una Nueva Definición de Dolor. Un Imperativo de Nuestros Días. Rev.

Soc. Esp. Dolor vol.13 no.2 Madrid.

Jimenez E. Pensamiento filosófico de Karl Popper. El falsacionismo recuperado de:

https://www.uaeh.edu.mx/scige/boletin/prepa3/n9/r1.html

Ordieres A. (2015) La conformación de la persona como relación asimétrica en Emanuel

Lévinas. versión On-line ISSN 2594-1100versión impresa ISSN 1870-879X

Pérez-Ilzarbe P. y Lázaro R (2000) Verdad, bien y belleza. Cuando los filósofos hablan de

valores. Cuadernos de anuario filosófico. Departamento de Filosofía Universidad de

Navarra, España. Recuperado de: https://dadun.unav.edu/bitstream/10171/6205/1/103.pdf

Pérez R. (2016) Teatro comunitario de los volcanes. 22 años de tradición cultural y

artñistica. Editorial Fray Bartolomé de las Casas A. C. México.

Sánchez A. ant. (1991) Lecturas universitarias, antología. Textos de estética y teoría de

arte. Editorial UNAM, México.